La Quebrapates (Crónica de Luis Miguel)

XI Quebrapates Peña Mea
Después de folgar todo el verano, (bueno desde el Trail las Ubiñas, que eso fue otra historia), tenía muy claro cómo iba a retomar el curso. Mi cabeza me pedía volver, a quizás sea la carrera de montaña más guapa de Asturias, a la “Quebrapates”. Carrera que reúne belleza, dureza y un ambiente montañero increíble, difícil de reunir todos estos calificativos en otras pruebas.
El hecho que la Quebrapates no estuviera en el calendario de carreas de Montaña de Asturias, conllevó a que nos reuniéramos tan solo 109 valientes en la salida de Pola Laviana a las 8:30 horas, pero no hacía falta más, pues Peñamea no nos iba a defraudar.
Salí con mi ritmo cansino, que me llevaría sin problemas hasta la cumbre de Peña Mea, no sin antes tener que triscar sendas bastante corribles que atraviesan los parajes de Entrialgu, , El Cabu, Arvin, Tablizo, Febreru , las cuales desembocan en la primera subida seria para así alcanzar la Felguerina. Un poco terreno favorable por campera hasta llegar a la Campa Felguera, donde se sitúa el primer avituallamiento sólido.
A partir de la campa ya estamos metidos prácticamente en los dominios de la mole de Peña Mea, y por ello ya empieza el baile. La subida exigente es preciosa, donde no hay descanso alguno,” to pa´riba”. Hay que apretar los dientes, pero la recompensa de alcanzar cumbre en un día tan precioso, no tiene precio
Una vez en el pico, toca bajada técnica, con zonas bastante delicadas, pues hay barro,
piedra suelta, y la caliza mojada, donde obliga echar las manos al terreno. Es un
descenso disfrutón, que te deja las piernas como pegollos de un hórreo. Como decía,
bajada alegre, donde hay que dedicar unos segundos a contemplar la formación
geológica natural, del Arcón
Tras el descenso, llegamos a la Collá Pel.luno (Pelugano), donde se encuentra otro
avituallamiento sólido. Como y bebo un poco, y continuo sin entretenerme al trote,
para poder soltar las piernas por las Meloneres, con miedo a que aparezcan los
primeros calambres, Y no sé si el cuerpo tiene memoria, o la propia “Quebrapates”,
pues en el mismo sitio que otros años, empiezan los añorados calambres. Los cuales no
me abandonaran el resto de la carrera- Aun me quedaban casi 15 Km. Para llegar a
meta. Siempre he escuchado que la carrera empieza en la Collá Pel.l.uno, y si no se
llega bien aquí, se va a sufrir de lo lindo”. Y eso fue lo que me sucedió. Pero como ya
estoy empezando a acostumbrarme a estas insignificantes incidencias, no me
desmoralizo, y tiro pa´lante, confiando que en Tolivia me pueda recomponer una vez
alimentado e hidratado. Pero “na de na”.
Desde Tolivia se continúa por un bosque de castaños que nos lleva a la Reondina.
Desde aquí empieza la última, y nada despreciable subida. Siempre me acuerdo de
Sabino, lo mucho que le gusta este repecho que atraviesa un prau de ovejas. Y como
también el prau se acuerda de mí, vuelven los p. calambres. No obstante se me hace
menos dura la subida hasta la Campa Corian, de lo que recordaba. Desde Corian “ye to
pa bajo” hasta la meta. La bajada desde Canzana hasta Pola Laviana la han
hormigonado, así que menudo machacón. Y para rematarla la senda fluvial de menos
de 1km. Para llegar a meta se hace eterna.
Ya solo queda entrar en meta, la cual está situada en la plaza el Ayto. Laviana, donde nos
reciben un ambiente espectacular, que te hace sentir ganador, a pesar de llegar con los de la
cola del pelotón.
Lo dicho, buen ambiente, buena organización (la cual se enorgullece de que finalicen el
máximo posible de corredores), y un gran día montañero. ¡PA REPETIR!

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