21kn Fêtes les Vins de Saint Emiilon( Crónica por Inés )

Participar en los 21 km Fêtes les Vins de Saint Emiilon me pareció una buena forma de combinar dos aficiones: viajar y correr. Vi la carrera por casualidad y me llamo la atención, prometía “diversión” y no me defraudó.
Pedí unos días de vacaciones y en buena compañía pusimos rumbo a la Aquitania.
Viernes y sábado el tiempo fabuloso para hacer turismo, degustar la gastronomía y catar los afamados vinos de la zona de Burdeos (con mucha moderación para que la tarjeta no protestara).
El domingo amaneció cubierto, orbayaba y hacía frío pero mejor así para correr.

Recojo el dorsal enfrente del hotel en Saint Emilion y la salida a 200 metros en el chateaux Soutard, estaba nerviosa como si fuera principiante, desconocía recorrido, desnivel, terreno…. A la vez ese desconocimiento era un reto más a superar.
El ambiente en la salida era excepcional y la organización impecable, éramos unos 500 corredores para la media y sobre 850 en la carrera de 11 km. Me sitúo en la cola del grupo de los 21 km.
Me ilusiona escuchar por megafonía que había corredores españoles, el orgullo patrio se desata cuando estás fuera del país.

Pistoletazo y salgo con los últimos del pelotón, pero dejo atrás todos los nervios y miedos, mirada al frente y me centro en una sola idea: disfrutar !!!!!
Fui a un ritmo cómodo y adelantando a muchos corredores, llegamos al primer avituallamiento, veo embutidos, frutas varias, chupitos de vino….. ufffff, no paré, qué duro es este deporte, auténtico Burdeos al alcance de la mano y…. sigo adelante.  En los sucesivos sólo cogí un triste vaso de agua.

A partir del km 12 los suaves toboganes dejaron paso a las cuestas, y el asfalto al “prao” y caminos de tierra completamente embarrados, correr se hizo complicado, bastante tenía con levantar el pie del suelo (el barro parecía tener pegamento) y evitar los resbalones. Aquí la dureza de la carrera se hizo patente. El cansancio se iba acumulando en las piernas y el barro en las zapatillas, pero la moral y el ánimo intactos.
Sobre el km 18 salimos de nuevo a la carretera, el asfalto me permitió recuperar algo las fuerzas, ya quedaba poco para la meta. Entré en la posición 302, en categoría femenina puesto 45 de 96 corredoras.
Carrera preciosa, muy entretenida recorriendo chateaux de cuento y campos de viñas hasta donde llega la mirada, mezclando tonos ocres y verdes.

Si no estuviera tan lejos para repetir.

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