IV 27 KANGAS MOUNTAIN (crónica de Félix)

 4 de Marzo de 2017. IV 27 Kangas Mountain.

 Son las 7 30h y me dirijo hacia Cangas de Onis. Hoy me estreno en la ya famosa Kangas Mountain, prueba que inicia la temporada de trail en Asturias, si es que podemos decir que la competición pare en algún momento.
 Mientras voy en el coche bostezando compulsivamente me acuerdo de las escasas 5hs que he dormido por “culpa” de Love of Lesbian, que actuó anoche en Oviedo. No me los podía perder.  Menos mal que uno ya está más que acostumbrado a funcionar con escaso sueño.
 Llego a Cangas a las 8 30h. Quedo con Mon y su primo tras la recogida de dorsales. Mon sigue renqueando del tobillo que se dañó en el Castañeru y no sabe si podrá finalizar hoy. Charlamos de las novedades correnderas mientras tomamos algo calentin en un bar cercano. Se pasa el tiempo volando y ya es la hora de prepararse.
 Salgo del local y miro al cielo. Esta muy cubierto. Había comprobado las previsiones meteorológicas  durante todo el dia de ayer y a última hora ya hablaban de una mejoría para hoy. No lloverá durante todo el lapso de carrera. El temporal parece que quedó atrás. La temperatura es fresca, no hace un frio intenso. 
 Ya en el coche me enfundo una camiseta ajustada y encima la del equipo. He decidido no llevar la mochila aguadora. No llevare ni chubasquero ni cortavientos confiando en las previsiones. Me pongo la riñonera y compruebo que sigan dentro los dos geles y la barrita de cereales. Me coloco la camarina en la cabeza y ya estoy listo.
 Los más de 600 corredores ya calientan en los alrededores de la salida. El puente romano nos vigila justo enfrente. Han acudido a esta cita atletas de mucho nivel, de Asturias y del resto de España. Hay mucha calidad trotando por estas calles.
 Saludo a diferentes compañeros de carreras y, como siempre, debido a esto, no caliento demasiado bien.
 Ya esta Mon a mi lado esperando la hora de salida. Tenemos por delante 30 km por los alrededores de Cangas, donde ascenderemos a 3 picos para acumular un desnivel de 3 500 mtrs.
 Todo listo. Se dará una vuelta neutralizada para volver a pasar por la línea de salida y encender el crono. 
 Se da la salida. Me coloco un tanto retrasado. Me he propuesto salir muy tranquilo, ya que esta distancia se me puede atragantar en los kms finales. No estoy aún habituado. Empezamos a ascender  y debido a que me hallo en medio de todo el pelotón sufro las consecuencias de algún que otro tapón. No importa, no dura demasiado esta situación . Se va estirando el grupo. Voy cogiendo ritmo. Mantengo las pulsaciones y mis ganas de correr a raya.
 Esta primera dificultad no es excesivamente dura, tiene algún pequeño descansillo que permite coger un poco de aire. El terreno permite avanzar fácilmente, no hay piedra ni barro. Llegamos arriba alrededor del km 4. Estamos a algo mas de 500 mtrs de altura, en lo mas alto del pico L’Arbolin. para iniciar el descenso y volver a Cangas de Onis. Sigo con un ritmo trotón muy llevadero.
 La bajada también la hago suave, no fuerzo un apice. Me cuesta no lanzarme.
 Llaneamos por asfalto antes de llegar al paso por el puente romano. Justo a su lado el primer avituallamiento. Km 10. Llevo poco más de 1h de carrera. Me he propuesto hacer menos de 4hs. Vamos bien. Bebo agua e isotónico a partes iguales.
Cruzo el puente entre un espectacular gentío que me pone el vello de punta. Muy emocionante. 
Ingiero mi primer gel. Sabor platano. ¡Qué rico!
 Hay que volver a subir. Collado L’Andrin, esta vez. Voy dejando a tras a la 3º mujer. Cazo a su predecesora pisando barro en esta nueva ascensión. Algo mas complicada que la primera, pero más corta. El suelo resbala, pero no demasiado para poder avanzar con potencia. A estas alturas tengo bastante calor y decido despojarme de mi camiseta y quedarme sólo con la sin mangas. 
Las sensaciones son realmente buenas llegando arriba. Otro avituallamiento. Hay que parar y beber. Me como la barrita de cereal. Estoy en el km 16. 400 mtrs de altitud y empezamos a bajar. Sigo a la altura de la segunda mujer junto con un puñado de corredores. Termino el descenso. Km 18. Nos queda cruzar unas sendas que nos separan del inicio del alto de Següenco. Cima de más dureza de toda la carrera.
Km 20. Me hidrato en el avituallamiento y como mi último gel para coger fuerzas y  pisar la zona de pedrero. Duro tramo de subida. Hay muy mala tracción pisando sobre esta piedra pequeña suelta. Por suerte no dura demasiado. Voy pasando algunos corredores que se atascan en estos metros.
Seguimos subiendo y voy rebasando a mas hombres, muy fatigados. Camino, corro, la subida no es demasiado dura. Pienso que puedo estar cerca de las 3 30h al final de carrera. Lo intentaré. Sería un gran tiempo para mi. Hay tramos con bastante desnivel pero cortos. Y el barro escasea. Hay un pequeño descanso para contemplar la última parte del ascenso. La serpiente multicolor (siempre he querido usar esta expresión) ya repta por la ladera. El cielo esta prácticamente despejado y se pueden contemplar los picos de Europa en todo su esplendor. Unas vistas magníficas.
Subo alegremente, pero sin forzar. Las piernas ya empiezan a acusar los kms, aunque aún tengo fuelle.
Arriba, en lo alto de este pico, el viento sopla con cierta fuerza, pero no hace frio. Cresteo unos metros. Estoy sólo cuando inicio la bajada final. Me han anunciado que tiene cierto peligro y no defrauda. Es resbaladiza, piedra grande, mal agarre. La solvento como puedo. Empiezo a apurar mis reservas. Hay que agotar las fuerzas, es el momento. Ya se ve Cangas abajo. Ya esta esperando la meta con los brazos abiertos. Voy cogiendo a algún corredor mas cuando llegamos a una zona de senderos con alguna pequeña cuesta que te castiga en estos últimos metros de carrera. 
Llegamos al pueblo. Recta final. Termino muy entero. Los vecinos siguen animando incansables.
¡¡Meta!! 3h 35’. Puesto 63º. Puesto 40º en Senior. Una carrera de la que me siento muy orgulloso. Estoy muy satisfecho. Gran organización. Carrera sensacional.
Mon no puedo finalizar por esos problemas físicos. Lástima, compañero!

















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