TRAIL DE UBIÑA 2017 "RUTA DE LAS BRAÑAS" Crónica por Luis Miguel
Trail
D´Ubiña 2017; “La Ruta de las Brañas” Otro año más nos
animamos a participar en una de las carreras más guapas y montañeras
de Asturias, y según dicen las malas lenguas, la media maratón de
montaña más dura de España. 22 km y 4400m + - desnivel acumulado.
La carrera sale de Tuiza de Arriba, puerta del Macizo de las Ubiñas,
lo que conlleva madrugar porque la zona de aparcamiento es bastante
limitada. Llego hacia las 7:45 h, recojo dorsal y empiezan los
saludos e intercambio de impresiones con amigos y conocidos. Cafetín
con Roberto, compañero de batallas, donde nos juntamos con Miguel y
Felix que también participaran en la carrera, y como no David, que
hoy estará de juez en la carrera. El calor aparte de sentirse, ya
está en boca de todos. “Hoy vamos a sufrir”.
Salida Tuiza Arriba (1230m), a las 9.15 h, un poco de retraso debido al exhaustivo control de materias obligatorio. Tomamos el PR-AS 89, siempre en ascenso por las praderas de Veguellina y La Llamera, hasta alcanzar la Collá el Viso (1527m). Suena el “voliaor” que da la salida a la Carrerina de Ubiña 15 km. Tiramos por la izquierda atravesando Braña Foxon, el Alto la portilla (1536m.), Braña Valseco, La Calar, y así poder llegar a la Collada del Trave(1835m). El año pasado aquí había que atravesar un neveru, hoy ye un secarral polvoriento. Ahora toca descenso rápido por verdes camperas (Cheras de Requejo) en dirección al Lago el Chegu. (1º avituallamiento líquido km.7). Esto es como un oasis en medio del desierto. La gente llegamos secos. Avistamos al primero de la corta que no tardará en darnos caza. Enfocamos una canal que nos catapultará al Valle de Retortorio. Ahora toca Rock & Roll. Subida a plomo para alcanzar la cumbre del Fariñetu (2172 m.). Aquí siempre me acuerdo de Sabino, de la primera edición, que taba invernizo, y yo quería retírame, pero como no conocía el camin de vuelta, no me quedó más remedio que tirar pa lante, después de sus ánimos. Cumbre y cresteo. Descenso endiablado para dirigirnos a los Pozos Corrales (2º avituallamiento líquido, para quién le llegó). Faltaben mas de 100 corredores tanto de la corta como de la larga, y se les terminó el agua. Trabajo extra para el helicóptero del Greim. El calor ya hacia mella, y ahora como regalin, tocaba subir a Prau Albo (2123m). Cresteo para bajar al collao del Albo, y tomar dirección al collado de los Camisos, para bajar a los Joyos Cualpalacios (Cueva Palacios), y así poder alcanzar la Forqueta Portillin (2064m). Ya eran numerosas las bajas que se cobraban la carrera, o el calor. Corredores acalambrados y tirados por las rácanas sombras que ofrecía el Macizo. Ahora toca bajar a tumba abierta, o arrastrándose, hasta el refugio del Meicin (1560m.). Avituallamiento solido-liquido, aliento, y ánimos de amigos y entregados voluntarios. Para muchos, este sería el punto final de la carrera. Tanto para los corredores de la corta como de la larga, pues el calor hacía cada vez más estragos, sensación térmica cerca de los 37º. Quien no llegara con fuerzas aquí, quizás la mejor decisión que pudieran tomar fuera la de abandonar, y dejarlo para otra ocasión más propicia. Yo físicamente me sentía bastante bien, y mentalmente me encontraba sosegado, aun a sabiendas que lo que quedaba por delante no iba a ser fácil. Así que me animo con la última, y quizás más dura subida de la carrera. Tomamos los Gabuxeos para alcanzar a ritmo cansino los puertos de Cerreros (1969m). Parecíamos penitentes. Una vez alcanzado el alto el Puerto, ya en automático y con lo justo, toca atravesar el valle Riotuerto, tomar la Senda del Pan que nos conducirá por los Huertos las Rubias hasta la Braña Chuenga, tras haber bajado por un sendero o pedrero bastante delicado. Ya por el camino de invierno llegaríamos, cocidos, nuevamente a Tuiza de Arriba (1230m), donde está la ansiada meta. Bufff, llego asfixiado de calor, exhausto y encharcado de beber tanta agua. Mis sensaciones; hoy no estaba el día para correr, bastante temerario. Gente sufriendo, acalambrada, lipotimias, lesiones debido al agotamiento, algún inconsciente o insensato,… Lo que conllevó poner prueba a la organización, y a entregarse al 120% a los voluntarios. Al principio mis sensaciones eran de cabreo pues se percibió bastante caos, pero fríamente, el calor nos puso a todos contra las cuerdas, y no fue fácil gestionarlo
Salida Tuiza Arriba (1230m), a las 9.15 h, un poco de retraso debido al exhaustivo control de materias obligatorio. Tomamos el PR-AS 89, siempre en ascenso por las praderas de Veguellina y La Llamera, hasta alcanzar la Collá el Viso (1527m). Suena el “voliaor” que da la salida a la Carrerina de Ubiña 15 km. Tiramos por la izquierda atravesando Braña Foxon, el Alto la portilla (1536m.), Braña Valseco, La Calar, y así poder llegar a la Collada del Trave(1835m). El año pasado aquí había que atravesar un neveru, hoy ye un secarral polvoriento. Ahora toca descenso rápido por verdes camperas (Cheras de Requejo) en dirección al Lago el Chegu. (1º avituallamiento líquido km.7). Esto es como un oasis en medio del desierto. La gente llegamos secos. Avistamos al primero de la corta que no tardará en darnos caza. Enfocamos una canal que nos catapultará al Valle de Retortorio. Ahora toca Rock & Roll. Subida a plomo para alcanzar la cumbre del Fariñetu (2172 m.). Aquí siempre me acuerdo de Sabino, de la primera edición, que taba invernizo, y yo quería retírame, pero como no conocía el camin de vuelta, no me quedó más remedio que tirar pa lante, después de sus ánimos. Cumbre y cresteo. Descenso endiablado para dirigirnos a los Pozos Corrales (2º avituallamiento líquido, para quién le llegó). Faltaben mas de 100 corredores tanto de la corta como de la larga, y se les terminó el agua. Trabajo extra para el helicóptero del Greim. El calor ya hacia mella, y ahora como regalin, tocaba subir a Prau Albo (2123m). Cresteo para bajar al collao del Albo, y tomar dirección al collado de los Camisos, para bajar a los Joyos Cualpalacios (Cueva Palacios), y así poder alcanzar la Forqueta Portillin (2064m). Ya eran numerosas las bajas que se cobraban la carrera, o el calor. Corredores acalambrados y tirados por las rácanas sombras que ofrecía el Macizo. Ahora toca bajar a tumba abierta, o arrastrándose, hasta el refugio del Meicin (1560m.). Avituallamiento solido-liquido, aliento, y ánimos de amigos y entregados voluntarios. Para muchos, este sería el punto final de la carrera. Tanto para los corredores de la corta como de la larga, pues el calor hacía cada vez más estragos, sensación térmica cerca de los 37º. Quien no llegara con fuerzas aquí, quizás la mejor decisión que pudieran tomar fuera la de abandonar, y dejarlo para otra ocasión más propicia. Yo físicamente me sentía bastante bien, y mentalmente me encontraba sosegado, aun a sabiendas que lo que quedaba por delante no iba a ser fácil. Así que me animo con la última, y quizás más dura subida de la carrera. Tomamos los Gabuxeos para alcanzar a ritmo cansino los puertos de Cerreros (1969m). Parecíamos penitentes. Una vez alcanzado el alto el Puerto, ya en automático y con lo justo, toca atravesar el valle Riotuerto, tomar la Senda del Pan que nos conducirá por los Huertos las Rubias hasta la Braña Chuenga, tras haber bajado por un sendero o pedrero bastante delicado. Ya por el camino de invierno llegaríamos, cocidos, nuevamente a Tuiza de Arriba (1230m), donde está la ansiada meta. Bufff, llego asfixiado de calor, exhausto y encharcado de beber tanta agua. Mis sensaciones; hoy no estaba el día para correr, bastante temerario. Gente sufriendo, acalambrada, lipotimias, lesiones debido al agotamiento, algún inconsciente o insensato,… Lo que conllevó poner prueba a la organización, y a entregarse al 120% a los voluntarios. Al principio mis sensaciones eran de cabreo pues se percibió bastante caos, pero fríamente, el calor nos puso a todos contra las cuerdas, y no fue fácil gestionarlo
Yo
venía aleccionado, y con una única indicación; “piano-piano”,
“al tran-tran, y mucha cabeza”. Y como bien mandao que soy, así
lo hice, y con ello pude disfrutar, sufrir lo justo, y entrar en meta
en una pieza. Lo que más me prestó, fue el carrerón que hicieron
las mujeres, para quitarse el sombrero. Mi más sincero
reconocimiento, respeto y admiración. Y como abanderada de ellas la
vallisoletana Patricia Muñoz Montero del Trail Run Toro. Quedó 2ª
posición absoluta en la Carrerina, a tan solo 4 minutos del primero
Ruperto Reguera del ToscafRecta Final Trail. A mí me alcanzó en la
canal que sube al valle Retertotio, y ahí mismo dio caza al 2º y
3º, quitándoles las pegatinas, dejándonos a todos boquiabiertos.
Subió con una frescura que ya anticipaba que hoy iba a ser un gran
día para ella, y lo que nos quedaba era aplaudir y mostrar nuestros
respetos, asombroso. En meta recogería sus más que merecidos
premios, portando en sus brazos a su bebé de 6 meses (ahí queda
eso). Mientras los paisanos bufábamos como jabalís, nos quejábamos,
buscábamos excusas… no hubo un mal gesto por parte de ninguna de
las mujeres con las que compartí carrera. Siempre amables,
optimistas y generosas en el esfuerzo. Así da gusto, y mucho nos
queda aún que aprender señores. “Ya me ta dando otra vez la sed”
¿Y quién ganó? Erlantz Díaz Alcarazo y Raquel Ronco Castañón
del Piloña Deporte. Aunque hoy sufrimos todos, desde el primero
hasta el último, así que si somos capaces de sacar algún
aprendizaje de esto ganamos todos.
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