Crónica del Fontañan. Por Félix

 Duros y aguerridos hombres salen desde la trinchera para seguir la batalla. El cansancio va haciendo mella en el cuerpo y en el espíritu. No, no ha estallado una guerra, estoy a punto de coronar el Pico Fontañan. Hoy he salido de Asturias para disputar esta carrera que tiene su origen en el pueblo de Pola de Gordón y que consta de 18 kms. Con 2000 m. d.a.

 David P. y yo hemos viajado desde Oviedo. Llegamos a las 8 45h. Cogemos el dorsal, charlamos con Ramón,  organizador de la carrera y ex” Correndero” y sin más dilación tomamos algo calentín apostados en la barra del bar más cercano, a pocos metros de la línea de salida.

  La mañana es bastante fresca, 7ºC, pero el sol, que ya ilumina un cielo totalmente despejado, hará subir el termómetro con toda seguridad. Tenía pensado correr con camiseta interior y manguitos, pero cambio de opinión y saldré solo con la de competición. 

 También participará otro miembro del club, Luismi, que ayer actuó con su banda de gaitas en las fiestas del pueblo.

 Últimos preparativos. Sentado al borde del maletero del destartalado Renault Clio de David me ajusto la cámara. Tomo unos planos del Bernesga y de los corredores que esperan el pistoletazo de salida. Hay buena anatomía corredora. Esta es una carrera puntuable para la copa de León de carreras populares. Se ve gente rápida.

 A las 10h en punto salimos, hacemos unos metros por las calles del pueblo. Se va a ritmo alegre pero fácil,  por lo que me coloco en las primeras posiciones. Pisamos tierra y el ritmo de asfalto no baja. Tras 2 kms y muchas pulsaciones, me doy cuenta de que este no es mi sitio,  aunque de eso ya se han encargado unos 20 corredores.

 Pierdo posiciones a una velocidad de vértigo. La subida no cesa, salvo por una mínima bajada en los comienzos.

 La pendiente se endurece a cada metro, hasta llegar a un repecho de infarto cerca de coronar el Fontañan. Estamos en el km 5.

 El desnivel se acerca al 50%. El terreno es boscoso, típico de la estación venidera. La cubierta de hojas secas, acolchan nuestras trabajosas pisadas. Por suerte no hay barro, en tal caso sería un imposible traccionar en este tramo.

 Sufrimos 300 metros y salimos a campo abierto. Los arboles han desaparecido como exterminados por una plaga. Nosotros seguimos mirando hacia arriba con desespero. La pendiente parece que suaviza un poco, pero tan sólo para condedernos  un 35%.

 Coronamos en el Km 6. A 1637 m.a. Voy acompañado de varios corredores, cuando llego al avituallamiento que da entrada a la trinchera. Doblamos el espinazo para pasar a través de la estrecha galería. Es corta, unos 20 metros.

Seguimos sobre la superficie terrestre,  cresteando hasta coronar la Muezca,1620 m.a. donde ya hemos consumido 10kms de carrera. Mi posición ya no varía. O eso es lo que me he propuesto. Me encuentro fuerte y corro ágil en esta zona rápida.

 Ahora transitamos por el tramo más técnico. Lascas afiladas como cuchillas adornan un suelo que cae en pendiente  a la izquierda. Es duro, es difícil, es peligroso, pero casi no reduzco ritmo. Salto y busco el mejor hueco donde alojar mi pisada. La concentración es máxima. No cabe posibilidad de error. Si zozobras el resultado será muy doloroso.

 Giro a derechas, ahora la bajada es más pronunciada y la pizarra llena el firme. Todo está suelto. Piso y me deslizo por las” escamas de dragon”. Equilibrio… Un paso más…Me retuerzo para mantener el punto de gravedad en su sitio. Se acaba. Algo de relajación. Siguiente avituallamiento. Agua, isotónico.

 Enfilamos la pista. Ancha y llana como una autovía. Serán poco más de 1 km a velocidad máxima. Mis respiraciones vuelven a aumentar.Me estiro todo lo posible. Con eso y todo no despego a mis perseguidores y me cuesta cazar al corredor que me precede. Hay nivel.

 Torcemos a la derecha y volvemos al bosque. Sendero estrecho. Poca piedra. Seco y sinuoso. Divertido y rápido.

 No dejo de ir acompañado. Sigo a tope. Miro el crono. Km 15. ¡Vamos 1h 30’! gran tiempo. Mejora mis expectativas más optimistas.

 Seguimos bajando por donde antes subimos. Regresamos al pueblo. Ya estamos pisando de nuevo sus calles. Todo va muy rápido. Veo a un par de corredores a tiro, pero no me esfuerzo más. Ya casi estamos en la recta final. La recorro disfrutando de los aplausos del público.

 Entro en meta en 1h 44’ 12”. Posición 23º. 15º senior. Una carrera con mucha variedad de desniveles y terrenos. David llega 15’ después,  nos duchamos cerca de la carpa de la fiesta donde nos obsequian a nosotros y a todos los corredores con morcilla o chorizo de la tierra y un chato de tinto.

 Luismi se reúne con nosotros poco después. Los tres hemos completado esta gran carrera.

 Un abrazo y hasta la próxima!