Trail Alto Aller Km34-6000 m +- 2019
Después
de más de un año en barbecho, necesitaba volver a motivarme e ilusionarme con
eso que llaman correr por el monte, así que me aventuré, con preparación
previa, a participar en el Alto Aller: 34 Km y 6000 metros desnivel acumulado,
casi ná.
Primeramente señalar que
se cumplieron los pronósticos y no dejaron dudas. Manuel Merillas arrasó una
vez más en una
zona que conoce muy bien y que le encanta. En féminas, fue Claudia Lueje, otra
grande, la que se hizo con el trono. El Alto Aller, es
especial por muchos motivos pero si hay uno que le diferencia, es ese
coeficiente terreno-altura que la distingue. En esta edición, dado el mini invierno
que nos visitó, hubo que modificar el recorrido, bajando la cota máxima a los
1600 m, pero la dureza no disminuyó. Nieve, barro, y un bucle en la zona
intermedia de 7 km, en plan montaña rusa, que se convirtió en un rompe piernas,
para después encarar el muro de la Melera, y rematar con un busque casi virgen
que se sitúa debajo del murallón de la Peña los Pandos.
Os
recuerdo que la k34 se corre en semi-autosuficiencia, contando con un solo
avituallamiento solido-líquido en el km 20, el resto supondrá beber de las fuentes
y de los regueros, y de lo que uno cargue en la mochila. En esta ocasión lo tenía
claro, comer y beber cada poco, para evitar los calambres y retrasar al máximo
el agotamiento muscular.
La
salida estaba programada para las 8:00 horas, y el día apuntaba maneras. Frio y
un tímido sol. Salida controlada y amenizada por el Gran Demonion, Rubén
Nembra. Mi plan estaba claro, despacito, despacito, Tan tranquilo me lo tomé
que ya en los primeros kilómetros me puse a la cola del pelotón. Pero poco a
poco, con una gestión adecuada, y siempre disfrutando del recorrido y del
ambiente puro montañero, logré alcanzar la ansiada meta, con muy buenas
sensaciones.
Durante el primer kilómetro se va por la Senda
Folloso, que nos obliga a ir en fila de a
uno, hasta llegar a Molin Peón, desde donde se coge el PR que nos sube hasta
las Foces del Pino, para después encaminarnos a la base de Pena Reonda, la
nieve ya nos recibía en las rampas del Fundil. Es todo para arriba y sin
descanso.
Tras
rodear Pena Reonda, se toma un sendero que baja a plomo durante 500 metros que
nos conducirá a Palmian, donde se ubica el avituallamiento del K15 Speed Trail.
Nosotros nos conformaremos con el agua de la fuente. Desde aquí, en esta edición
con los cambios, se baja por el cresterio técnico de la K15, para volver por
las Foces a Felechosa. Continuamos por el camino que sube a la Ruta de las
Brañas Alleranas en dirección al Retriñon. En esta zona realizaremos el bucle,
que nos adentra al monte Cellero, para bajar al área recreativa de las Moyás,
donde se encuentra el avituallamiento Km 20. Reponer fuerzas para encarar la
subida por la senda de la Melera, 700m +, a plomo, para alcanzar el Collado de
los Pandos. Desde aquí se baja por la padrería del Pedroso hasta caer encima de
las Foces del Pino, donde giraríamos a la derecha para atravesar una brecha en
el murallón de los Pandos, Paso de la Boya.
Nos adentraríamos en el Hayedo de Navariegu, casi intransitado, reino de
los venados, y seres mitológicos. Bajada hasta Felechosa a la altura de la
Residencia de la Minería el Montepío por las Pedrosas, y tras atravesar un
busque de castaños por una senda paralela a Felechosa de arriba, llegaríamos al
centro de la localidad, donde se sitúa la meta.
Concluyo,
resaltando la dureza de la carrera, (recorrido muy técnico y en alta montaña),
reflejando mi reconocimiento y admiración por la tenacidad de los voluntarios,
y satisfecho de haber retomado, muy centrado en disfrutar.
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