CRONICA MARATÓN DE ASTURIAS ( Adrian)

Adrian, comparte  hoy mediante esta cronica  sus sensaciones durante el maratón:
                       

CRONICA MARATÓN ASTURIAS 2012.
Hoy tocaba madrugar más de lo normal para correr, a las 7:30 de la mañana partimos hacia Campo de Caso dónde se sitúa la salida del Maratón de Asturias, hasta aquí nada nuevo, una mañana más de carreras pero con una salvedad, debuto en la distancia de los 42,195 metros y me atrevo a decir que solo el que corre sabe lo que eso supone...
En el autobús que nos dirige a la salida se respira un ambiente extraño, o mejor sería decir que para mí es extraño o fuera de lo común, llevo unos días así... supongo que cosas de novato...; entre una cosa y otra ya hemos llegado...
rituales previos a la carrera: crema por aquí, que hoy va a dar el sol, vaselina para las rozaduras por allá, un trago de agua, estiro un poquito, saludos, “¿a cuánto vas?”, risas nerviosas, carreras de calentamiento, estiro otro poquito, me ato mejor la zapatilla, los silbatos de los jueces, otra carrerita...; a las 9:00 se da la salida, ya está, estoy corriendo la maratón, le doy vueltas a mil cosas, el pulso, el ritmo, no te cebes, cuidado con las bajadas, regula...; intento tener presentes todos los consejos que me han dado y a la vez escuchar un poco mis sensaciones, tranquilizarme, solo hay que correr... 
Casi sin darme cuenta ya han pasado los primeros 5km, todo perfecto, el paisaje de la Reserva de Redes ayuda, así da gusto, además formo grupo con otros dos corredores con los que vamos pasando los kilómetros en un continuo sube-baja (¡pero no decían que era todo bajada!), “tira un poco”, “ahora tiro yo”, “no te quedes que ya termina la subida”, “relaja los brazos”...; llegamos a Rioseco, kilómetro 15, qué bien voy, si sigo así bajo de 3h 09', se descuelgan los compañeros (que no rivales).¡Buff, qué calor! Otro túnel y creo que es el último, ahora toca ponerse moreno. 
 Unos metros antes de la localidad de Llorio paso por la media maratón, kilómetro 21, ya está la mitad en el bolsillo, crono: 1h 32' 44'', si no pasa nada raro bajo de 3h 10' de sobra, he alcanzado a otro corredor que me sigue el ritmo, mejor porque ahora se que comienza la parte de la carrera más pestosa y la compañía no está nada mal, el Puente Romano, paseo fluvial, km 25, voy como un reloj. Llegamos a Pola de Laviana, que nos recibe con un repecho que se me hace eterno, infinito, ¡cómo duelen las piernas!, veo dos corredores parados a los lados, madre mía qué esto se pone feo (creo que ya he visto cuatro retirados)..., sigue, no te detengas, no pienses, ¡esponjas! ¡qué fresquito!, kilómetro 30, Barredos, traigo el estómago un poco revuelto del gel que tomé en el avituallamiento anterior, bajo el ritmo, todo vuelve a su sitio, llegamos a Blimea, kilómetro 32, solo quedan 10, ¡un diez mil!, si estos me los zampo yo todas las mañanas sin despeinarme...; hemos alcanzado a 3 corredores más, sé que al salir de Blimea hay que subir otro ochomil sin oxígeno cuerdas ni nada, el próximo que me diga que es todo bajada me lo como, pero como todo lo que sube baja, a toda velocidad estamos en Sotrondio...; kilómetro 34, más esponjas, el calor ya es excesivo, un corredor del grupo se para, dice que va reventado, calambres, lo dejamos atrás, llegamos al 35, y sigo con margen, pero noto algo raro, unos pinchazos en los isquiotibiales, un poco en los gemelos, ración de calambres para mi también, aguanto hasta el 36, pero tengo que parar, adiós muchachos como dice el tango de Gardel, se me quedan las piernas rígidas, como palos, estiro un poco, no pierdo la calma, hay que llegar, corro un kilómetro y vuelvo a parar, esto ya no son calambres es una descarga eléctrica, no puede ser, si he llegado hasta aquí no lo puedo dejar, ¡qué dolor!... en este momento lo entiendo todo, la maratón empieza ahora...

2 kilómetros para meta, ya no importa el tiempo (realmente nunca importó...) , hay que llegar, parece que corro para atrás, me dicen que lo que queda es todo en sombra, yo no la veo, Parque de Sama, a mi derecha veo el río Nalón, lo único que me apetece es meterme en él a ver si el agua fría me calma los dolores, giro a la izquierda, otro giro a la izquierda, veo la iglesia de Sama, pero si la meta está ahí al lado y me dicen que vaya de frente, otro giro, a la derecha... veo meta, kilómetro 42, sólo 200 metros, busco a un lado y a otro a mi compañera, oigo su voz que me grita: ¡Vamos Campeón!, cruzo la línea, hay aplausos pero no los oigo, me cuelgan una medalla, me abraza Tania que ha venido corriendo hasta mí (ella si que es campeona por mil razones)... ya está, he terminado, he corrido una maratón... he sufrido, estoy cansado, mucho, me duelen las piernas, pero estoy feliz, tardaré un tiempo en asimilarlo todo... pero una cosa tengo clara, hay corredores que tienen fama, baten récords, ganan carreras, mundiales, olimpiadas... pero hoy el que ha ganado he sido yo...


Comentarios

  1. Bienvenido al maravilloso mundo del maraton adrián, muy buena crónica, esta misma la sufrí en mis propias carnes y si no la misma muy parecida, mis dolores y sensaciones, me alegro mucho de tu victoria, ya has pensado cual es el siguiente?? jajajajaj creo que nos pasa a todos según entramos por meta, de nuevo miles de felicidades campeón.
    Desde el club correrasturias os queremos informar de que estamos tratando de organizar un autobús para ir al maraton de san sebastián, si alguno estáis interesados comunicarme lo (jorge truchero), no os lo penséis mucho que estamos llenando plazas muy rápido.
    Saludos correnderos

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