CARRERA BENÉFICA EL ESPARTAL.
Carrera benéfica El Espartal. 14 de Mayo de 2017.
Ya estamos toda la familia en Salinas para disfrutar de una mañana
deportiva. Se disputa la carrera benéfica de El Espartal. Esta edición a favor
de la fundación Movember, que centra sus esfuerzos en la investigación sobre el
cáncer de próstata y testículos.
Día espectacular. Un cielo más azul imposible, con una ligera brisa
que mitiga lo justo el calor.
Quique correrá en la categoría de los más pequeños, menores de 8
años. Antes, bajamos a realizar una primera toma de contacto de la arena,
acompañados de la pequeña Zoe.
A las 11 30h ya nos apostamos en el paseo de la playa. 200 metros
para estos mini campeones. Quique corre con mucha ilusión, como siempre. Más
tarde, en la entrega de premios de los mayores, todos recibirán un obsequio.
Yo ya empiezo a calentar mientras terminan las carreras de las
categorías inferiores. Quedan 15 minutos para la prueba absoluta. Saludo a
corredores conocidos. La temperatura va subiendo. Pero el viento no hace acto
de presencia. Recuerdo el año pasado y el vendaval en contra que soportamos
camino a la Peñona. Seguramente mejoraré ese tiempo, dado que hoy no
existirá ese freno.
Se acerca la hora. He calentado bastante bien. Hilos de sudor ya se
deslizan por mi mejilla. Me coloco en segunda fila de la parrilla de salida.
Veo piernas poderosas y caras despreocupadas sonriendo. Parece que “la cosa” no
va con ellos, pero todo cambiará cuando se oiga el disparo.
Lo que ocurre a las 12 00h. 500 corredores salimos desde el paseo
hacia la arena. Correremos unos 6,2 kms (algo menos marcará mi crono
finalmente) Hoy quiero contemporizar en estos primeros metros. No repetiré la
salida kamikaze del pasado año. Así, me infiltro en mitad de un grupo cabecero
que ya toma distancia.
Hay viento flojo en contra cuando nos dirigimos hacia San Juan. Me
acomodo entre estos corredores y me resguardo.
Vamos a un buen ritmo, no demasiado rápido, por lo que enseguida los
más veloces se empiezan a estirar. Se disgrega el grupo y yo les sigo , junto
con José, un magnífico atleta veterano, que será mi referencia en esta carrera,
como en tantas otras.
Consigo engancharme a ese grupo de elite. Doblamos al llegar cerca
del espigón y regresamos por donde hemos venido hacía la otra punta de la
playa, hacía la Peñona. Nos cruzamos con el grueso de la carrera que llena la
arena con los colores vivos de sus camisetas.
Era de esperar, y no me sorprende: el grupo de élite me deja atrás.
Van soltando”lastre” y asi me emparejo con un corredor con camiseta naranja.
José me sigue de cerca. Voy bien, su ritmo siempre es muy constante, lo tengo
pegado, sé que voy en buena línea.
Lo peor viene ahora. Aguantar este 3 40/min. Mi “pareja” no da
tregua. Es bueno. Yo cedo. Bajo un poco, pero lo suficiente para que se me
escape. Mi veterano colega se pone entonces a mi altura enseñándome ese ritmo
machacón.
Ecuador de carrera. 2,8 kms. Aguanto a 3 45/km. Tengo el viento a
favor. Es muy leve, pero siempre ayuda. Hemos pasado ya El Naútico. Tenemos
cerca La Peñona. Se acaba la playa y hay que volver. Antes cruzamos por el
medio de un improvisado campo de futbol donde juegan una pachanga los clásicos
paisanos domingueros. La arena está muy movida. O te desvías unos metros o
sufres este firme blando y pesado. Cruzo por el medio.
José y yo intercambiamos posiciones. Ya tenemos viento en contra,
estamos de regreso al Espartal. Veo a dos corredores, a mi alcance, uno de
ellos el que me dejó atrás a mitad de carrera. Están a unos 100 metros. Mejor
será que mire por el retrovisor en vez de a lo que me precede. Voy justito. He
guardado un poco en la recta larga para este final, pero tampoco es para tirar
cohetes.
Doy pequeños tirones, fiel a mi estilo, pruebo a mi pareja. Siempre
responde. Esperaré a los últimos 100 metros para pegar un último arreón y
distanciarme lo justo para entrar antes en meta. Los 2 corredores los
sigo viendo delante, he recortado un poco la distancia, pero se me antoja
imposible a estas alturas.
Restan 200 metros. José y yo somos casi siameses. Ahora. Alargo la
zancada y cambio. Parece que sí, que le saco unos metrinos.
¡Es duro esti paisanu, coño! Pocas veces le he ganado. Pero parece
que esta vez podré con él. Veo el arco de meta, ya estoy arriba, en el
paseo. Recta final…¡y José me ataca por la derecha y me supera!!. Aprieto
los dientes. Me queda chispa y algún metro. ¡¡Puedo!!! Recupero y le supero
justo en la línea de meta. Tiempo final: 21’ 56”. Estoy fun-di-do. Felicito a
Jose y de paso le riño cariñosamente. ¡Cómo me haces sufrir de esa manera!!
Puesto 9º en la gral y 6º en Veterano A. No me he dejado nada
en la reserva. Estoy satisfecho.
Un abrazo y hasta la próxima!
Fotos cortesía de Carreras Asturias, MV Foto, Maribel GDC
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