Resistencia Reino Astur Nembra. (crónica por Félix)

 Resistencia Reino Astur Nembra. 22 de Julio de 2017
 Recorro estas crestas a más de 2000 metros de altura hacia el Pico Estorbín de Valverde. La niebla agazapada decenas de metros más abajo asciende sigilosa por la ladera empinada.
 Miro hacia abajo y al horizonte. Una maravilla. Pocas carreras me han dejado este recuerdo en la retina.

 Antes de llegar a este punto , como yo, 130 corredores, iniciabamos entusiasmados esta competición. 4º prueba puntuable para la copa de Asturias de Carreras por montaña.
 El humo y la voz de ultratumba de “El Demonión” nos ponía en ambiente 3hs antes. Una aventura de 43km y 6000 m.d.a. incluidos 7kms por encima de 2000 metrs.
 Aquí es donde empiezo mi narración, trotando sobre este paisaje desértico. 

 El punto más alto, El Estorbín, alcanza los 2100 mtrs. Llegamos a él hechos 22 kms. Hemos ascendido ya 2600 metros de los 3000 que nos ofrece esta prueba. Un gran esfuerzo concentrado antes de cruzar su ecuador. Esos 22 primeros kms. han pasado entre bosques, senderos embarrados, caminos flanqueados por helechos. 
Subidas sin descanso hasta el km 5 y luego “dientes de sierra” coronando varios picos, siempre cogiendo altura.
 Mis sensaciones hasta ahora han sido buenas. He ido pasando corredores desde el comienzo, con algunos he compartido algunos kms. ya que me ofrecían un buen ritmo,  pero finalmente me he distanciado, sobre todo en los parones de los avituallamientos. Me siento fuerte, aunque sé que no debo forzar. Lo puedo pagar en la segunda mitad de carrera.
 La temperatura es perfecta, siempre ayuda. No sopla apenas viento en las cumbres y hay una fina capa de nubes que frena el empuje del sol. La organización con suculentos y abundantes avituallamientos hacen que vayas ligero y seguro.
Ahora toca bajar. Estos primeros tramos de descenso son divertidos. Mucha piedra suelta que te hacen deslizar ladera abajo. Luego tramo llano de sendero muy cómodo. En estos momentos voy acompañado por dos corredores, uno delante a poca distancia y otro detrás mas cerca aún.
 El paisaje cambia radicalmente minuto a minuto. Es como correr cinco carreras en una. Cruzamos la niebla, la escena es siniestra. Seguimos bajando, pendientes fuertes por prados muy húmedos hacen que ponga a prueba mis cuádriceps. Llega otro terreno con más piedra suelta y sinuosos caminos. Pierdo al corredor que me precede y también el  equilibrio al pisar una de esas lascas inestables, caigo aparatosamente sobre mi lado derecho. Heridas sólo en el orgullo. Me levanto y sigo. Comento la escena con el chico que me sigue detrás, que ya esta a mi altura.
 Vamos ahora pasando caminos mas rocosos. Algún tramo embarrado. Piso tapizado de hojas bajo arboledas. Caminos entre helechos. Perdemos cota en general, pero hay muchos tramos de ligero ascenso y llanos que te exigen más esfuerzo y te restan velocidad. No hay que relajarse. Esta es la parte rápida de la carrera y sin duda detrás estarán apretando.
 Siento de pronto un cierto vacío en el estomago. Ya he apurado todas mis reservas en la primera parte de carrera. He comido un poco en todos los avituallamientos, pero este esfuerzo esta consumiendo mas calorías de las que había calculado.
No quiero dejarlo pasar, lo comento con mi compañero de carrera y me ofrece un gel sin dudarlo. ¡Esto es compañerismo! No quiero dejar que aumente esta sensación por si acabara en algo peor.
Cerca de coto bello se nos une la que a la postre sería la ganadora femenina. Compartimos bastantes kms con ella. Damos caza juntos a otros corredores y seguimos descendiendo.
Es rápida y la pierdo a falta de 5 kms para meta. Por detrás se queda “el chico del gel” 
 Ahora corro junto a dos hombres. Uno de ellos con el que llegué al Estorbín e inicié su descenso. Los caminos por los que ahora nos movemos son de tierra, poca piedra. Fáciles. Muy correnderos. La fatiga ya hace acto de presencia, asi que tampoco puedo darme muchas alegrías, y solo troto a ritmo cómodo.
 Uno de mis acompañantes sufre un calambre. Paramos para ayudarle a estirar. Parece que se encuentra mejor y sigue, pero aminorando la marcha.
Continuo con el otro chico. Un corredor acostumbrado a ultras que me ayuda a seguir. Mi velocidad esta decayendo, pero él “tira” de mi. No me deja acomodarme.   Le estoy muy agradecido. No siento calambres ni dolor muscular excesivo, pero estoy realmente cansado.
Oimos ya el jolgorio en el pueblo. Pero todavía restan un par de kms. Se hacen eternos.

Cruzamos una zona boscosa, zigzagueamos por estos caminos. Parece que ya llegamos al pueblo. Una empinada cuesta nos da la bienvenida. Alcanzamos entonces a otro participante.

 Bajamos la fuerte pendiente de prado para llegar a meta los 3 juntos con un tiempo de 6h 15’.
Puesto 34º. Senior 16º


  Miguel Angel, compañero de equipo, ya hace 1 h. que ha llegado. Otro grandísimo resultado para él.
Ha sido duro, pero muy gratificante. Parajes fantásticos y una organización impecable hacen de esta carrera una de las que más he disfrutado.
El avituallamiento final es completísimo. Una gozada.Y tras la llegada de los últimos corredores, por si fuera poco, nos obsequian con una rica comida con mas bebida 2 platos y postre.
Una jornada fantástica.
Un abrazo y hasta la próxima!
Fotos cortesía de MV. Foto, J.L.Lastra, Capitan Pola, P.P. Heres, Gilber

Comentarios

Entradas populares