VII Subida Fontañán Express. “En la Trinchera”(Crónica por Luis Miguel)
VII Subida Fontañán
Express. “En la Trinchera”
Aprovechando que tenía que ir a
tocar con la “Banda Gaites Soto Rei” a las fiestas patronales de Pola Gordon el
16 de septiembre, aventúreme a participar en la Subida al Fontañán. Así que el
domingo 17 de septiembre, amanecía con
un espectacular día soleado en la Pola, aunque en mi cabeza solo había
nubarrones. “Lo que tien quedase a la verbena en les fiestes del pueblo, menudo
clavo”.
En la prueba también participarían
Felix y David, compañeros del club. Charla, foto de rigor y calentamiento
previo.
A las 10 am. Tomaríamos la salida
unos 100 corredores, muchos de ellos con intención de puntuar en la Copa de la Diputación
de Carreras Populares. Lo que suponía la presencia de muchos gallos, entre
ellos el incombustible salvador calvo, persona con el que siempre presta
compartir conversación para que te cuente alguno de sus innumerables proyectos.
Pues nada, tomamos la salida en
dirección al pico Fontañán. Los 2 primeros km. son muy rápidos, atravesando
Pola de Gordon para adentrarnos de lleno en el monte. Disfrutamos, o más bien
algunos pudieron disfrutar, (pues yo destilaba los excesos de la noche
verbenera), los bellos parajes de la
montaña leonesa; ribera, carbayedas, hayedos y praderías donde las plantas
aromáticas lo inundan todo.
Los 5 km son muy bastante
corribles, siempre en continuo ascenso. Tras estos, nos adentramos en un hayedo
para coger una canal dentro del bosque. Un muro que te obliga a subir a cuatro
patas, el cual nos alzará a las aromáticas camperas que conducen a la
cumbre del Fontañán.
Desde aquí y una vez hidratados,
nos meten por una trinchera de la Guerra Civil, teniendo que atravesar un túnel
escavado en la roca, obligándonos ir en cuclillas.
Los tres km siguientes suceden
por un cresterío muy corrible, para descender por una ladera pizarrosa y así
alcanzar el km. 11. Segundo avituallamiento. Ahora solo quedan 7 km en continuo
descenso. Primero por pista forestal y después senderos ribereños. Estos km son
para ir a tope quien quiera apretar el crono.
Yo intenté ir alegre, hasta que
tropecé con un morrillo y salí volando como Superman. “Y no me pasó ná”. Bufff. Así que el resto
fue disfrutar, pues ya no tenía “clavo”, y el día para trotar por el monte era
espectacular.
Meta en Pola Gordon. Entrada
triunfal, pues allí me recibieron los compañeros de la Banda Gaites recién
salidos de la madriguera. “Carrera muy prestosa, bonita batalla”
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