MEDIA MARATÓN DE TRUBIA 2017 (Crónica por Félix)

 Media maratón de Trubia 2017-10-19

 Alejandro y Félix antes de tomar la salida.

 Lanzo a Zoe una y otra vez  sobre mi cabeza  pocos minutos antes de comenzar la carrera, nada mejor para infundirme la energía que necesito para afrontar una nueva media maratón.
  Estoy en plena preparación del maratón de Valencia (19 nov) y no sé como voy a responder  en medio de este duro entrenamiento.
 No me planteo bajar mi marca de 1h 22h 06’. El trazado es duro. Mi intención es correr a un ritmo entorno a 4 00/km la primera parte y si tengo fuerzas apretar en la segunda.

 Así se lo comento a Ramón, ex correndero con el que caliento, junto con Alejandro Gago, compañero del club que también disputará la prueba.
  Ya nos reclaman para colocarnos bajo el arco de salida. El cielo está despejado, luce el sol pero aun hace frío. Las previsiones auguran altas temperaturas en las horas centrales del día.

 11 00h. 130 corredores arrancamos en busca del primer km. Para mi, que salgo a pocos metros de un grupo puntero pasa volando a 3’ 45”. Miro el crono y reduzco.  Esos hombres se marchan. No les debo seguir. Pronto se me unen 2 corredores, parecen amigos y luego un tercero. Avanzamos a unos prudentes 3 55/km.
  Km 5. Uno de nuestro pequeño grupo pega un fuerte cambio y se escapa. Comento la jugada con su amigo y me responde que están realizando un “fartlek”. Ojiplático me quedo.
 Poco a poco su amigo también pone tierra de por medio.
La carrera discurre por la senda verde para luego unirse a la senda del oso. Unos caminos realmente bonitos en los que el terreno es irregular con pocas zonas lisas donde pisar. Firme difícil para mantener un ritmo estable.
Yo no acelero. Sigo tranquilo, rondando los 3’ 55”/km
 Las castañas con su abrigo puntiagudo saltan a nuestros pasos. Corremos a la par, mi compañero de carrera y yo. Creo que puede llevarme a hacer un buen tiempo final.
Así pues llegamos sólos los 2 al km 8, pero este chico también se harta de mi compañía y aumenta el ritmo bruscamente abandonándome a mi suerte. A la postre será 1º veterano A con 1h 20’
“Estas solo” pienso. “Ahora apechuga tú solito con los ritmos”. 
  Por el momento estoy cómodo, me siento fuerte y eso que toda esta primera parte hemos ascendido sin pausa. Ganamos metros muy ligeramente  hasta el km 12, donde  llegamos a Villanueva y giramos para volver a Trubia. 
 Pero esta vez no lo hacemos por esas sendas tan bucólicas sino que nos dirigen hacia la carretera general con los dos carriles abiertos y dejándonos a los corredores  un metro del carril derecho. Los coches pasan a escasos centímetros de nosotros, tan sólo nos separa de ellos una línea de conos verdes. El tráfico es denso. Hace un esplendido día y mucha gente se ha lanzado a la carretera para disfrutar de estos parajes. La verdad, esto me pone nervioso. 
 Me cruzo con mi amigo Rubén que me anima desde su coche, con él y su familia hemos quedado para pasar la tarde tras la carrera. 
 Esta parte de carretera es como un tobogán. Aprovecho las bajadas para estirarme y en las subidas mantengo el tipo con ese ritmo al que sigo fiel desde comienzo de carrera. Rebaso al lento de los “fartlek”.
 El sol pega fuerte en estas zonas abiertas. Ya estamos bajando. Los tramos pierden poco a poco los metros que ganamos en la primera parte. Se me unen un par de corredores, van rápidos, se van, pero ahora ya en el km 15, no pienso dejarlos marchar. Su ritmo no es excesivo. Me hacen bajar a 3 52/km.
 Uno de ellos se viene abajo y se queda, el otro me sigue. Nos turnamos para tirar.
 Tenemos en el punto de mira a un corredor descolgado de ese grupo cabecero de comienzos de carrera.Ya hemos salido por fin de la carretera y estamos por sendas y caminos rurales.
 Hablamos de alcanzarle y de poder llegar al 1h 20’. Mi “pareja” no tiene fé, pero yo pienso que es posible. Me pongo a trabajar en ello. Me coloco delante y aprieto fuerte. Es la hora de probar el entrenamiento de estas últimas semanas.
 Las piernas están ligeras. Me noto fuerte. Alargo la zancada, aumento la cadencia. Braceo como un poseso. Todo fluye. Parece incluso fácil.
 Sin embargo no hay forma de llegar a ese corredor y mi compañero no se me despega.
 Lanzo ánimos en voz alta. Nos jaleo a los dos para poder mantener este ritmo que roza el 3 35/km. La media de carrera baja ya a 3 50/km. Me alegro y eso me insufla más fuerza.
 Sigo bufando cuando entro en el último km. Estoy a 200 metros de cazar a ese chico.  No voy a poder, pero la marca va a ser buena. Un hombre me informa que ocupo el 9º puesto. Genial!
Última recta. Dejo a mi acompañante, no me puede seguir. Aprieto a muerte. Enfrente la meta y mi familia animando con una enorme sonrisa. La misma que se me queda cuando cruzo la meta en 1h 21 06”. No es para menos. Rebajo mi marca en 1 minuto, lo que me vale para auparme al 2º puesto de mi categoría( Vetarano A)
 Felicito al corredor que me acompañó en los metros finales y abrazo a los mios.

 Y ahora esa señorita que se divertía en mis brazos momentos antes del inicio de la carrera se dirige junto con su hermano al podium para acompañarme en este gran momento. Toda una satisfacción.
Un abrazo y hasta la próxima!
Fotos cortesía de La Corrigüela

Comentarios


  1. Yo me quedé igual de ojiplático que tú cuando escuché lo del "farley" (o fartlek o lo que fuese aquello, que no me quedó muy claro). Igual (en el caso del lento) era para después de la carrera, porque lo que hizo fue retroceder.

    Hiciste un carrerón.

    Te deseo la mejor de las suertes para Valencia.

    Sólo estoy en desacuerdo contigo en una cosa: hice 1h 19' 51". Esos nueve segundos no los cambio por nada.

    Saludos.

    Antonio.

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