II Trail Cabeza L’Arcu.( Crónica por Félix)

25 de febrero 2018. 


 Aconsejado por compañeros que ya habían hecho esta carrera, vengo a disputar la segunda edición del Trail Cabeza L’Arcu.
 David y yo llegamos a Caleao (Caso) sobre las 8 de la mañana. Llegamos temprano a sabiendas de lo difícil que es aparcar en esta parroquia. La organización ya se ha encargado de informarnos convenientemente.
 El pueblo está colgado de la montaña, así que nos toca subir hasta la línea de salida donde se reparten los dorsales. Allí también tenemos un bar en el que nos apostamos para calentarnos el cuerpo con infusiones y café. Y es que la temperatura es gélida a esta hora (-2º), aunque el sol ya va apareciendo para ir subiendo la temperatura.
 Mon enseguida se reune con nosotros. Así que el equipo cuenta con David, como apoyo moral (sigue lesionado) Mon, Daniel (que llegará más tarde) y yo.
 El trazado se compone de una subida de unos 7km y a continuación una bajada de otros tantos para completar 1800 m desnivel acumulado. Dicho así no parece excesivamente difícil pero hay que sumar la nieve que este año hay en abundancia. De hecho hasta última hora no se pudo confirmar la carrera con el trazado original.
 David se va a hacer “su carrera” tranquilamente y yo me pongo a calentar. Saludo a los corredores conocidos. Hay buen nivel. Incluso hay gente de otras provincias. Todos formamos un gran pelotón de 300 corredores.
 La salida se da con un poco de retraso para esperar por los rezagados, pero a partir de que se da el pistoletazo los participantes no pierden el tiempo y se lanzan cuesta abajo a toda velocidad. Este gran ritmo enseguida estira el grupo. Me sitúo aproximadamente entre los 40 primeros. Llegan las primeras rampas de subida. Desnivel suave que exige seguir con un trote rápido. Apuro esta cadencia todo lo que puedo, camino algo, pero me exijo seguir a buen ritmo sin perder comba de los corredores que me acompañan. Alguno me da alcance. Vienen fuerte por detrás. Pisamos nieve ya cuando nos acercamos al km 3. Hay que caminar más en esta zona. En el km 4 el desnivel aumenta y hay que poner manos en las rodillas y apretar para no quedarse atrás.
 En el Km 5 hay un descanso pero la nieve ya lo cubre todo, una nieve muy dura. Los huecos de las pisadas están congelados y forman un peligroso colador donde meter el pie supone lesión segura. El esfuerzo se multiplica con la ladera que se inclina a la derecha. Hay que brincar para esquivar los hoyos y vencer la gravedad que te empuja al barranco. Es realmente duro. Y así llegamos a la última parte de la subida. Menos peligrosa pero muy exigente ya que se empina ostensiblemente. La nieve sigue siendo dura y la tracción se resiente. Hay que usar las manos para no perder los metros que ganamos con nuestras piernas.
 Km 7 y alcanzamos la parte más alta de este collado del picu El arco a 1360 m.a. Llego bastante fatigado. Me tomo unos segundos de respiro y empiezo a bajar. Mismo panorama peligroso. La ladera sigue con esa inclinación que te arrastra hacia la desgracia. Hay corredores que quieren ir rápido y se arriesgan demasiado.
 El rio forma una zanja en la que caigo tras resbalar en la nieve. Voy despacio y no hay consecuencias. Me quedo un par de segundos atrapado. Los corredores pasan por ambos lados del río. Esto es casi carrera de supervivencia. Una locura. Me ayudan y sigo.
 Salimos a una zona más limpia y llana y corro liberado sobre el manto blanco. Allí me anima David y me advierte de lo que está por venir. Y esto es aún peor.
 Tras unas bajadas de piedra suelta en zig zag y vadeo de ríos sobrealimentados de agua llegamos a unos senderos muy corribles pero...también muy deslizantes. Esquivamos la parte anegada por nieve dura pero la otra opción es pisar el barro infestado de placas heladas. Hay tramos especialmente resbaladizos donde los voluntarios nos ayudan a elegir el mejor paso. Uno tras otro los hombres que me preceden dan con sus huesos en el hielo. Yo me paro, doy dos pasos y también me caigo golpeándome los codos al apoyarme en el suelo.
 Hay un único avituallamiento en el km 9. No me paro. Voy fuerte y sigo.
 La carrera exige una concentración altísima. Cada metro puede provocarte una desgracia. Así dejo atrás a un grupo de 4 corredores llegando ya a senderos mas seguros. Se puede correr “tranquilo” ya en el km 12. Solo quedan 2 kms. Ahora ligera subida, el chico con el que corro se para a andar. La nieve ha hecho estragos en las piernas. Pero no queda nada, hay que correr. Sigo, me encuentro muy bien y ahora voy solo. Veo el pueblo en ese alto. Bajo aún más metros y ahora ya piso sus empinadas y sinuosas calles que nos piden un último esfuerzo. Se hace duro subir pero no paro, corro hasta llegar al sprint. Y en meta llego a la par de un veterano que me dejó atrás hace varios kms.
 Completo la carrera en 1h 35’15” y me coloco en el puesto 29º y el 20º en mi categoría. 
 El sol nos alivia con sus rayos como consolándonos tras completar esta peligrosa carrera. 
 Un abrazo y hasta la próxima.















Fotos cortesía de MV foto.Maria W. JL Lastra, Monchu Calvo, Francisco Poli, Miguel Rodríguez

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