Trail Afuega´l Pitu 2019

Crónica por Félix
Un invierno atípico el que llevamos. Ni una gota en semanas. Los montes pelados. Ni rastro de nieve… pero llega la primera carrera del año para mi y ¡temporal en Asturias! Frio, viento y lluvia. Cota de nieve a 900 m. Todo esto el día del Trail del Afuega’l Pitu. Un clásico de comienzos de año. La carrera en la que más he participado. Cuarto año que me enfrento a su dura canal, a sus 11km escasos y sus 2000 m.d.a.

 Una prueba en la que este año nos juntamos 5 correnderos: Miguel, Andrés, Alejandro, Luismi y David que nos viene a animar (lesionado).






 Los cielos se mueven al compás del fuerte viento que nos espera en la cumbre del Monsacro. 

 Voy con el chubasquero bueno y con los bastones. Me coloco en la salida. Un embudo desde la plaza con un giro de 360º (inexplicable). A las 10h salimos 300 correderos a toda leche por las calles del pueblo. Vueltina de 1 km para empezar a subir fuertemente. Salgo muy atrás, quizás demasiado.  No me importa. Ralentizado, me sirve de freno para calentar y no subir muy ahogado las primeras cuestas. Ando tirando de palos y voy pasando corredores. Voy entre los 80 primeros más o menos cuando me enfrento a la canal. Ritmo alegre y regular. Los 
bastones apoyo básico. 


 Llego arriba en uno de mis mejores tiempos y arrecia el temporal. Vamos a la cara más agreste del monte. 
Sopla un viento fuerte y la lluvia acribilla la cara sin contemplaciones. Pasamos hacia las capillas por un sendero neutralizado a causa del resbaladizo terreno y el abismo que te espera si sufres un traspiés. 
 Mallau de les capillas, avituallamiento y seguimos subiendo. Más piedra mojada. Más pisada titubeante y sigo tirando de palos. Poco se puede correr. Bajada delicada ahora para volver a coger metros en fuerte pendiente y coronar. Entro en calor y gano posiciones.
¡Cómo nos azota aquí el nordeste! La bajada ya nos espera. Primeros tramos de esa roca saltarina típica de la cima Romiru. 1050m. Toda agujereada. La cuenta para romper un tobillo. Saltamos hasta llegar al sendero. Poca dura la tranquilidad. Tramos embarrados, muy técnico. Desfiladero con caída libre a derechas. Alcanzo a algún corredor conocido. Doy palique con otro que me precede. Pasamos esta zona con calma. No estamos jugándonos nada. Nada más que el orgullo. De ahi no puede pasar. Sé que se puede correr en menos de 500 metros y así hago llegando a viapará.
 Aquí los resbalones no suponen mas que una culada. Sigo subiendo pulsaciones. Rebaso a más gente. En el bosque ya no hay barro. Hay un río que cae por lo que antes era sendero de hojarasca. Correr y esquivar la piedra que arrastra el agua. Ya estoy sólo. Último km y no veo a nadie. Llego a meta en 1h 34’. Puesto 49º. Peor tiempo que el año pasado. Las condiciones también mucho peores, pero me he divertido. Para empezar el año no ha estado mal.
 Un abrazo y hasta la próxima
Fotos cortesía de Luis Ardura

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